comentarios nuevos en entradas viejas
Uno de los puntos en contra del formato Blog es que muy poca gente lee otra cosa que no sea la entrada más reciente. En realidad no está mal, se supone que un seguidor del blog viene leyendo todo a medida que es publicado, pero sucede que ocasionalmente algún recién llegado deja su comentario en una entrada vieja, y el único que se entera, en general, es el administrador. En estos días, el escritor Luis Topogenario dejó un par de comentarios que incorporo a este post, ya que me parece interesante lo que plantea.
El primer post lo dejó en la entrada "el discreto encanto de elegir", del 12 de Febrero de este año. La entrada tenía que ver básicamente con el prólogo al libro "De acá", una muestra de narrativa joven editada por Pablo Trochón, y por mi parte discutía algunos problemas relacionados con generar antologías o compilados, que en cierta medida también discutía Trochón en su prólogo. Escribió Topogenario:
Yo publiqué en este libro, y sin embargo no conocía, literalmente, a nadie. Tampoco tengo "amigos". Ey, la última vez que me fijé mi nacionalidad ni siquiera es uruguaya. Concuerdo con la dilapidación del prólogo. Es más, hasta me sorprende que alguien haya escrito más de dos frases con respecto de él. Hay que darle importancia a las cosas que lo merecen. Y un prólogo definitively doesn't fit into that. El resto bien puede ser un gran puré de cerebro para masturbarse intelectualmente un rato.
No estoy de acuerdo en que los prólogos sean tan deleznables. Mucha gente reaccionó contra el texto de Trochón desde varias perspectivas; quizá sería más interesante hablar de los cuentos, que, en general (salvando el cuento de Cavallo y por lo menos uno de los de Bentancor, a mi gusto) son de un nivel bastante pobre. No tengo el libro a mano, ni recuerdo el texto de
Topogenario, por lo que no debió ni gustarme ni desagradarme.
Pero el comentario más interesante de este autor es el que dejó (anteayer, creo) en la entrada "la azotea", que comentaba mi entusiasmo por la novela de Fernanda Trías.
Escribió Topogenario:
Ey, encuentro beligerante, y hasta intrépido, si se me apura, el colocar en la misma oración a Cavallo, "Porrovideo" y Harold Bloom. Si el canon ovula en pop, then Pop is dead. Pero la beligerancia acaba pronto. Por suerte nos resta el polvo para hablar de él.
Mis observaciones:
1) "Beligerante", etimológicamente, invoca a la guerra. Salvo en sentido heracliteano, es un tema que, relacionado a la literatura, no me interesa en lo más mínimo. Además, tampoco me gustan esas sentencias generalmente censuradoras al estilo de "juntar a mengano y fulano en la misma oración", porque el pensamiento se mueve asociando lo que parece disimil. Por lo tanto, si leemos con cuidado, a lo que apunta la frase es que siguiendo la noción de canon -y de centro del canon-, las novelas "Oso de trapo" y "La azotea", en mi opinión, se acercan al centro de un canon posible de la narrativa de mi generación. Justificar esta idea me llevaría como mínimo un post más, pero creo que vale la pena.
2) Si lo que plantea Topogenario es una suerte de escala de valor, asignando grados diferentes a Porrovideo y a la narrativa de Cavallo, está claro que es su opinión, y, por lo tanto, una afirmación que puede pensarse tan "beligerante" como la mía, aunque yo no veo las cosas desde ese punto de vista.
3) "Si el canon ovula en pop then pop is dead". Creo entender que la posición detrás de esta pintoresca metáfora es la siguiente: si algo "pop" es consagrado pierde la categoría "pop". No estoy de acuerdo, ya que "pop" en este contexto alude a una temática o un lenguaje, y lo "consagrado" dentro de un canon remite a ciertos valores que no necesariamente excluyen las líneas básicas de lo "pop". La etiqueta "pop", además, está tomada de un artículo de Gabriel Lagos, en el que se traman tres grandes categorías de narradores jóvenes: los "pop" (Mardero, Alcuri, quizá Turnes, quizá Alfonso), los "egoistas" (Trías, Ricchero) y los "serios" (Schutz, Cavallo, Bentancor y yo). Más allá de lo adecuado de esta división, que es por supuesto discutible, lo de Lagos es un intento de acercar escritores de acuerdo a la afinidad de sus escrituras, y en gran medida me parece indiscutible que Mardero se parece más a Alcuri que a Sofi Ricchero.
4) En última instancia, si por beligerancia entendemos en este contexto afirmaciones que choquen con lo establecido, que muevan, que sorprendan, me quedo con el deseo de que este tipo de pensamiento no "muera pronto" o redunde en polvo.
El primer post lo dejó en la entrada "el discreto encanto de elegir", del 12 de Febrero de este año. La entrada tenía que ver básicamente con el prólogo al libro "De acá", una muestra de narrativa joven editada por Pablo Trochón, y por mi parte discutía algunos problemas relacionados con generar antologías o compilados, que en cierta medida también discutía Trochón en su prólogo. Escribió Topogenario:
Yo publiqué en este libro, y sin embargo no conocía, literalmente, a nadie. Tampoco tengo "amigos". Ey, la última vez que me fijé mi nacionalidad ni siquiera es uruguaya. Concuerdo con la dilapidación del prólogo. Es más, hasta me sorprende que alguien haya escrito más de dos frases con respecto de él. Hay que darle importancia a las cosas que lo merecen. Y un prólogo definitively doesn't fit into that. El resto bien puede ser un gran puré de cerebro para masturbarse intelectualmente un rato.
No estoy de acuerdo en que los prólogos sean tan deleznables. Mucha gente reaccionó contra el texto de Trochón desde varias perspectivas; quizá sería más interesante hablar de los cuentos, que, en general (salvando el cuento de Cavallo y por lo menos uno de los de Bentancor, a mi gusto) son de un nivel bastante pobre. No tengo el libro a mano, ni recuerdo el texto de
Topogenario, por lo que no debió ni gustarme ni desagradarme.
Pero el comentario más interesante de este autor es el que dejó (anteayer, creo) en la entrada "la azotea", que comentaba mi entusiasmo por la novela de Fernanda Trías.
Escribió Topogenario:
Ey, encuentro beligerante, y hasta intrépido, si se me apura, el colocar en la misma oración a Cavallo, "Porrovideo" y Harold Bloom. Si el canon ovula en pop, then Pop is dead. Pero la beligerancia acaba pronto. Por suerte nos resta el polvo para hablar de él.
Mis observaciones:
1) "Beligerante", etimológicamente, invoca a la guerra. Salvo en sentido heracliteano, es un tema que, relacionado a la literatura, no me interesa en lo más mínimo. Además, tampoco me gustan esas sentencias generalmente censuradoras al estilo de "juntar a mengano y fulano en la misma oración", porque el pensamiento se mueve asociando lo que parece disimil. Por lo tanto, si leemos con cuidado, a lo que apunta la frase es que siguiendo la noción de canon -y de centro del canon-, las novelas "Oso de trapo" y "La azotea", en mi opinión, se acercan al centro de un canon posible de la narrativa de mi generación. Justificar esta idea me llevaría como mínimo un post más, pero creo que vale la pena.
2) Si lo que plantea Topogenario es una suerte de escala de valor, asignando grados diferentes a Porrovideo y a la narrativa de Cavallo, está claro que es su opinión, y, por lo tanto, una afirmación que puede pensarse tan "beligerante" como la mía, aunque yo no veo las cosas desde ese punto de vista.
3) "Si el canon ovula en pop then pop is dead". Creo entender que la posición detrás de esta pintoresca metáfora es la siguiente: si algo "pop" es consagrado pierde la categoría "pop". No estoy de acuerdo, ya que "pop" en este contexto alude a una temática o un lenguaje, y lo "consagrado" dentro de un canon remite a ciertos valores que no necesariamente excluyen las líneas básicas de lo "pop". La etiqueta "pop", además, está tomada de un artículo de Gabriel Lagos, en el que se traman tres grandes categorías de narradores jóvenes: los "pop" (Mardero, Alcuri, quizá Turnes, quizá Alfonso), los "egoistas" (Trías, Ricchero) y los "serios" (Schutz, Cavallo, Bentancor y yo). Más allá de lo adecuado de esta división, que es por supuesto discutible, lo de Lagos es un intento de acercar escritores de acuerdo a la afinidad de sus escrituras, y en gran medida me parece indiscutible que Mardero se parece más a Alcuri que a Sofi Ricchero.
4) En última instancia, si por beligerancia entendemos en este contexto afirmaciones que choquen con lo establecido, que muevan, que sorprendan, me quedo con el deseo de que este tipo de pensamiento no "muera pronto" o redunde en polvo.
Comentarios
Topogenario.
Tema prólogos: es importante traerlo porque las tres antologías de autores jóvenes que salieron el año pasado muestran ciertas fallas o síntomas en el prólogo, y descartar automáticamente su lectura es perderse un punto importante. ¿Ud leyó los prólogos de "el descontento y la promesa" y "esto no es una antología"?
Tema canon/pop. No estoy de acuerdo en cuanto a que si pertenezco al conjunto que analizo mi análisis o comentario no es atendible. Me considero un buen lector de mi generación, quizá de los más completistas que conozco, y a partir de ahí opino. Segundo: cuando hablo de canon me baso en la propuesta de Gabriel Lagos, que es una posibilidad o esbozo o acercamiento a un canon, no uno definitivo, que en rigor no los hay, más allá de Harold Bloom. Tampoco me interesa "lidiar con sus resultados". No estoy para nada de acuerdo en que determinados escritores que pertenecen a "mi" generación carezcan de "madurez y solidez narrativa". ¿Ud ha leído a Cavallo, a Ricchero, a Trías, a Alfonso, a Schutz? Si no lo hizo, hágalo y entonces conversamos.
Pop: ¿ud leyó el artículo de Lagos al que hago referencia? Hágalo y entenderá en que sentido hablamos de "pop". Entiendo lo que dice sobre el canon como monumento, pero aqui se habla de un bosquejo de canon que seleccione y oriente determinadas obras dentro de un corpus acotado, concretamente la narrativa uruguaya de autores posteriores al 73, o, si lo prefiere, al 68. Soy alérgico a los quistes topogenarios, parece.
Seguimos: quizá no te diste cuenta que un blog es una expresión bastante personal, que se origina desde la subjetividad y se regodea en ella. No estoy escribiendo un manual de literatura nacional ni nada por el estilo, ni tampoco un manifiesto. Jamás espero ser unchallenged, pero eso implica mi derecho (y obligación) a responder a los challenges, sobre todo ante los más irrisorios y quísticos.
Por último: leí su cuento y me pareció divertido y, por usar una palabra que está sonando bastante aquí, sumamente irrisorio.
Notará que no seguí su consejo para desmontar castillos. Gracias, pero no me interesa.
Que le vaya bien.
Del resto de tu comentario esperaba más contenido o guías de lo que verdaderamente piensas, ya que tu filiación contenidista pop, en teoría perfecta, debería facilitártelo. Sin embargo lo único que haces es invitarme a contar pollos en una chacrita -que por otro lado ni siquiera sabes si los he consumido o no [no te creas que eres el único buen lector aquí]-. Además, con todas esas alusiones de "lo que no quieres hacer" o "lo que no buscas" o lo que no pretendes, ¿en serio crees que sólo con eso puedes cancelar mis palabras tan sencillamente?? I'd be badly impressed if you actually do believe it.
También me llama la atención el facilismo de "el comentario no es atendible". Esperaba... un comentario atendible a mi comentario "inatendible". Sí, eso es lo que creo. Seguramente estarás acostumbrado a descartar "obviedades" y que éstas permanezcan 'descartadas' con... más obviedades ad infinitum. Vas por buen camino.
"Seguimos": gracias por las lecciones de blog. It never occurred to me this had something to do with subjectivity. A cada paso decuplicas la bondad de tu buen camino. Aunque en el fondo... lamentable. Porque si ese es tu escudo, tu heraldo está flaco. Besides, I don't care what you think about blogs. I could care what you think about literature. But blogs??
Desgraciadamente para ti, soy un escritor déspota. Así que el feedback que me otorgas como lector de mi pequeño relato viejo e insulso, well, thanks... but no, thanks. As a subatomic particle, la masa de tu comentario es despreciable. El día que le pongas algo más... bueno, en ese caso podríamos ver. Como en estos hologramas de diatriba, que aquí hemos ensayado, mi literatura no estuvo nunca en juego, supongo que lo traes a colación para... hummm, well, I don't know, supongo que para hacerte sentir mejor. Espero que funcione. Estoy tentado a disculparme por el tiempo malgastado que has invertido en leer mi relato. Pero... ¿te disculparás por el tiempo malgastado que he invertido en leer tu pequeño comentario sin sal y lleno de pellejos?
Notarás que, al fin y al cabo, has seguido mi consejo en todo. Ey, también resalto, y celebro, I actually do, honestly, el aire sobrado con que, campeonamente, me despides y me deseas suerte, como quien aplasta un insecto -I actually saw Obama do that the other day. Me gusta. Me encanta. Soy un insecto. Pero el futuro es irrisorio y quístico y ancho para mí. I don't think you can say that to yourself.
Prometo, en el futuro distante, regalarte un "Gracias, pero no me interesa. Que le vaya bien". I promess to wave my hand at you too! I won't squash you as an insect. You're not an insect. You are the Big Little Reader That Could.
So, if you don't have something better than just a name-calling type of answer, with your excuse, I must leave. Good night, and good luck. I have a plane to catch!
Topogenario
Ps: por cierto, since you're going to improve after this, the world is bigger than your ranch.
Tu literatura nunca fue un tema porque dije de entrada que no recordaba tu cuento; apenas lo releí me dio la impresión que acabo de escribir. Estoy seguro de que no tenés el menor interés en escuchar todo lo que pienso sobre tu "cuento", asi que me abstengo de decirlo, porque tampoco me interesa hablar al respecto. Bien, ¿qué más? En cuanto a la condición de blog de este lugar, no es un escudo, es un punto de partida. También escribo otras cosas, que no sé si habrás leído ni me interesa que lo hagas. Y sugerís que sos un buen lector: no lo sugieras, demostralo. Yo no seré seguramente el "gran lector" de la literatura de mi generación; apenas afirmo haber leído bastante, cosas que me gustan y cosas que no tanto. Me parece que vos en ese sentido estás en desventaja y cubrís tu ignorancia con palabrerío estúpido y fintas en el aire.
Viniendo de alguien con esa especie de autoridad literaria que proclamás, tu cuento es una cosita delgada y fragil, que no se sostiene ni con mil palillos. Pero tenés toda una vida para mejorar, supongo.
Firmado: Spidey
Nada de interno... Quiero decir, ha sido muy interesante leer todo esto. De veras.
Y agrego: a mí también la antología De Acá! me pareció pobrísima... (Incluso, en un texto de casi tres páginas conté casi unos 30 (treinta) adverbios terminados en mente... terminé acalambrado)... Lo mejor me pareció lo de Martín Bentancor...
Un abrazo
Igual,
un abrazo
A pesar de todo esto quería decir otra cosa, y es que queda tanto por escribir, que a veces todas estas listas, postulados canónicos o no (que si bien ayudan, dan una pauta de lectura)ceden en seguida. No tiro abajo las lecturas de Sanchíz y su "mapa generacional" ¡¡todos tenemos uno!!... Pero a lo que voy es que, generar esta virulencia y recordarla en, digamos, cuatro o cinco o diez años, puede ser raro, sino incómodo. Me encantan los debates y todo eso, pero no me gusta el patoterismo agazapado bajo el floreo intelectual.
Un abrazo.
Damián: normalmente trato de disentir de un modo al menos amable, excepto cuando (como pasó hace un tiempo con Horacio Bernardo) no encuentro un tratamiento paralelo del otro lado. En fin. No me estoy quejando; admito que estas cosas me divierten.
Y ahora, dejando de lado a Topogenario, pasemos a algo más interesante. Es decir, el tema del canon. Damián tiene razón: el tiempo seguro cambiará todas estas perspectivas, quizá ahondándolas, quizá disipándolas. Otro canon surgirá, según quien lo escriba y según quien ande por el campo de la narrativa. Lo mío es apenas un comentario sobre un proyecto o bosquejo de canon hecho por Lagos, un crítico al que respeto mucho. También he escrito por ahí sobre otros cánones posibles (quiero recalcar el "posible", en el sentido de "uno más"), por ejemplo el de la ciencia ficción local, en el que sigo pensando que las obras centrales son alguna novela corta de Bayeto, "Eldor", de Pedro, "Guia para un universo", de Natalia Mardero (no porque me guste especialmente, sino porque me parece relevante en el medio literario) y "Interlunio, interludio", de Lissardi. Si quieren discutir ambas propuestas, perfecto.
Ah, y, Topogenario, ya está, no te voy a responder una palabra más, no me interesa. Está a punto de dejar de hacerme reir, y sin eso no vale la pena leerte, considerarte. En mi opinión ya te respondí a todo. Ademas: No me interesa tu cuento, no me interesa tu pensamiento, tu palabrerío, tu pose, tu lenguaje que huele a mierda. ¿No te habías tomado un avión? Seguí haciendo tu juego de la voz que clama en el desierto, aunque de Precursor no creo que tengas nada. Chau.
Saludos
Pedro
Para poner en ambiente el salón de ajedrez, explicaré cómo es que sucedió la cosa. Todo esto sucedió porque vos no supiste dejar pasar una cosa completamente insignificante, y que atendía nada más que a puyar el globo tonto de tu “canon”. Porque eso fueron mis dos comentarios, los dos comentarios iniciales que dieron pie a esta breve nota “comentarios viejos de entradas nuevas”, o como sea que se llame esta mierda. Eso fueron: dos comentarios insignificantes. Yo no he visto, en verdad, un comentario más sencillo, plano y sin sal, que mi comentario acerca de los prólogos. ¿Qué mierda de especial tiene mi comentario? Nada. No tiene nada. ¿Y mi comentario acerca de tu pellejo pop-canon? Apenas un par de líneas bastaron para que ejercitases tu merecida estupidez. Y como vos sos un aprendiz de intelectual, no pudiste dejarlo pasar, como tantos otros comentarios disidentes habrás encontrado en tu vida. No pudiste dejarlo pasar. Así que ¿qué hiciste? Hiciste toda una nueva entrada, supuestamente para “traer opiniones diferentes al blog”, porque en realidad sos un resentido de mierda. Y te lo podría probar, lo de resentido, pero me chupa el escroto que me cubre los güevos, a decir verdad.
Pero bueno, presentado mi caso de que en realidad lo único que perseguías era sacar rédito de mi comentario para hacer la feria de tu posición, porque ni siquiera tenés los güevos de aceptar que es así, y me salís con la pajeada de que querés añadir visiones disidentes o distintas, cuando en realidad te chupa un güevo lo que pienso (pero no tuviste las bolas de decirlo), y visto que a mí me chupa un güevo lo que pensás, pero no me gusta que se me suban al lomo, procederé a darte las pruebitas que querías, sólo un poquito, pibito, sólo la puntita, porque no quiero que te reviente el abceso. Ya lo ves, pibito, al contrario de lo que insinuás en tu comentario pop, y al contrario de lo que demuestras en plenitud tus escritos, no creo que la literatura sea un fenómeno lingüístico, que es como a vos te gusta ponerla, en cuatro patas, antes de encaramarte en el lomo y erigirte en texto, sino que creo que es una estructura formal, ¿comprendés, pibe? Estructura formal, como fácilmente podrías haber vislumbrado en mi relato “Topogenario”. Y te paso a comentar algo tan básico y tan viejo, y desde ya te aviso que me chupan un güevo tus comentarios al estilo “Estoy de acuerdo/No estoy de acuerdo”, que, por lo visto en tu blog, te encanta realizar, como decía, te paso a comentar algo tan básico y tan viejo, porque realmente me pregunté si de plano estabas alfabetizado. ¿Comprendés, pibito, lo de estructura formal? Vos que estudiaste filosofía y letras y no sé que vergas, y que te leés todo y aún así, a pesar de eso, escribís mierditas acerca del canon y tenés el desgüevo de mencionar a míster Bloom sin saber ni verga qué carajo estás diciendo, “tiende”, “tender”, “el centro del canon”, “la narrativa de mi generación”.
Pero bueno, como sé que no ibas a comprender lo del canon y lo del pop y lo de lo propioceptivo, lo sé porque sólo respondiste “No estoy de acuerdo” y “El comentario es inatendible”, y como sé que vos pensás que soy un rookie, recién llegado a este ring, como seguramente pensaste que nadie me ha noqueado y que no he gambeteado a su vez la alpargata de alguien (porque, pibito, yo no tengo ningún reparo en reconocer mis deudas y mis influencias, comprendés, pibito; a la obra del escritor que yo se la mamo, no tengo ningún problema en reconocerlo, ¿entendés?) tuve que agarrar uno de mis cuadernos de notas, como seguramente vos tendrás un montón también. Porque, es correcto, ya he sido noqueado muchas veces, y ya le lambeteé la alpargata a muchas obras hermosas de la literatura, y lo haré todas las veces que tenga que hacerlo. Pero no voy a permitir que un mocoso como vos se crea que me hará pagar derecho de piso, y mucho menos si resulta un cobarde al que le da miedo decir las cosas sin güevonadas, y que se esconde desde el “me gusta el pensamiento disidente”. A mí no me gusta el pensamiento disidente. Lo detesto. Pero, con tu papá Voltaire, defiendo a muerte el derecho del que lo anuncie.
En esta pequeña partida de ajedrez que perdiste como un principiante, vamos a jugar the Queen’s Gambit Accepted, que es la estupidez que intentaste hacer. El Gambito de Dama Aceptado, ¿comprendés, pibito? Espero que sepas jugar ajedrez, y espero que seas bueno en ello. Lo que sé es que no lo demostraste en esta partida. Tu jugarreta de principiante, algo que haría cualquier Elo de 1500, te trajo a mis pies. Y mientras buscás en Wikipedia la fórmula del Elo (I’d be surprised if you even knew what the fuck Elo is), te paso a comentar, y a notificar, que jugamos 1.d4 d5 y 2.c5. Yo soy blancas y vos eras las negras. Mis dos movimientos iniciales fueron mis dos comentarios originales, los que publicaste en la entrada original que aquí en este match nos convoca (porque eso era lo que querías, ¿no, pibito? ¿Que “demostrásemos”? ¿No te querías medir la pija intelectual conmigo después que te puse el palo en la rueda? Seguramente que era lo que querías, de lo contrario no te hubieses calentado tanto con dos comentarios, dos movidas tan inofensivas como las que hice. Te paso a contar que un gambito es un sacrificio momentáneo de material a cambio de desarrollo e iniciativa, y que el material luego es devuelto. Vos tomaste mi peón en c5, hiciste 2…dxc5, esto es, publicaste mis dos pellejosos comentarios, pensando que te podrías quedar con mi peón, es decir, que no te respondería. Yo te respondí con 3.Cc3, esto es, con “Estas estrellas que condecoran el nombre de un autor, como se condecoran en mi tierra las botellas de vino, son de valor relativo”, de Fernando Alegría, en su “Breve historia de la novela hispanoamericana”. Perdón, pibito, tengo que corregirme: quise decir en SU prólogo de SU “Breve…”. Para vos que te gusta “pensar” acerca de los prólogos. Empecé por allí, entre las notas que estoy hojeando, para templarte un poco, porque me parece, pibito, que las etiquetas en las botellas de vino se te subieron a la cabeza. Vos respondiste una imbecilidad, 3…c6, pensando ya defender tu peón idiota en c5 de mi alfil en f1. Yo respondí inmediatamente 4.a4, esto es, “Yo no hablaba a través de nubes de opio”, de tu papá, Ellery Queen, en “El origen del mal”, una obra que te recomiendo consumas entre tus masturbaciones periódicas.
Pero bueno, ahora sí te tengo que dejar. Te aviso que nunca más voy a regresar en la puta vida a este barro con mierda que tenés de blog. Así que tus respuestas no las voy a poder ver, qué lástima. Pero bueno… podés destrozarme con tus contertulios, o me podés visitar en mi blog, aunque no vas a poder dejar comentarios, porque los comentarios de blog no me interesan: si tenés algo que decirme, pibito, si algo te sale de la cabeza, cabrón, me lo podés enviar a mi dirección, aquí, mirá, princesa: topogenario@gmail.com. Y bueno, si algún día de tu vida llegás a escribir algo mejor que mi “Film” dejámelo saber que, en verdad te digo, no tengo ningún reparo, pero en verdad, eh, ningún absoluto reparo en reconocer cuando algo está bien escrito. Cuand algo es bello, yo carezco de importancia, y simplemente me convierto en elemento de ese texto. Dejo de ser yo. Todo esto último, no lo sé, lo hice yo solito, y creo que me hernié, obvio. Debo habérselo plagiado a alguien, ya me enteraré después. Por cierto, decíle a tus cerezas que “no hay peligro en el arte moderno que la falta de peligro”, de un enfermo como Theodor Adorno, en “Teoría estética”. Leélo, que está bueno. ¿Ahora sí quedo bien en tu pijómetro intelectual? ¿Ahora sí es una mierda lo escribo, pibe?